Muros que gritan - Nuñez Llontop Eva Yameli, Pérez Céspedes Brayan Giomar, Sánchez Bautista Kristell Manuelli

Es la indagación sistemática acerca del modo de mejorar, cualitativamente, y elevar el grado de humanización de la vida social e individual, mediante el ejercicio de la profesión.
Es conjunto de normas y valores que mejoran el desarrollo de las actividades profesionales.

Es el conjunto de normas y valores morales que los profesionales de un determinado sector deben respetar durante el ejercicio de su profesión.

Es parte de una cultura profesional que incluye un conjunto de saberes, creencias, valores y esquemas de acción que orientan las prácticas en el campo profesional.

Es el conjunto de actitudes y valores que ayudan a los profesionales a desarrollar su actividad con integridad.

Es una ética social aplicada a un servicio que alguien presta a otro en orden a lograr proveerle un determinado beneficio.

Es fundamentalmente un compromiso con lo que ustedes hacen, con lo que yo hago, con lo que cada ser humano hace.

Es el conjunto de normas, principios y valores que deben guiar el comportamiento de los profesionales en el ejercicio de su labor.

Es el conjunto de normas y valores que hacen y mejoran el desarrollo de la actividad de los profesionales.

Es una ciencia normativa que estudia los deberes, derechos, obligaciones y facultades que tiene el individuo en virtud de la profesión o trabajo que desempeñe en la sociedad.

Es la rama de la ética que tiene que ver con el establecimiento de las normas de conducta de los profesionales.

Los principios y normas morales que guían el comportamiento de los individuos en el ámbito de su profesión u ocupación.

"Son los principios que vienen desde el hogar, desde ahí conocemos un poco de ética, de los valores que nos inculcan, que se fortalecen a lo largo de la profesión"
"Los valores, la familia, las personas, nosotros como nos hemos formado es también importante, porque esa formación que tú tengas va a permitir el desempeño de tu profesión sea pues entregada, contrastando fuentes, contando la verdad, honesta, sincera"

"Es una ciencia normativa, que estudia los deberes, obligaciones y  derechos, que tiene el profesional, en el ejercicio de su trabajo"

La ética: más que saber hacer lo correcto, es tener el valor de hacerlo.

Muchas veces se cree que la ética es simplemente saber lo que está bien y lo que está mal. Esta idea, aunque común entre muchos, resulta algo muy limitado cuando se enfrentan situaciones reales. La ética verdadera no se mide solo por el conocimiento teórico, sino por la capacidad de actuar con coherencia en circunstancias difíciles. No basta con repetir conceptos o aprender normas en el aula. Lo esencial es cómo se aplican esos valores cuando la vida pone a prueba la conciencia.

Al momento de la práctica, muchas personas tienen claro lo que sería justo o correcto en determinada situación, pero no todas se atreven a actuar. El miedo al rechazo, la búsqueda de comodidad o la presión social puede llevar a decisiones que contradicen lo que realmente se piensa o cree. Aquí es donde aparece el verdadero reto ético: hacer lo correcto incluso cuando no es lo más conveniente.
La integridad se revela en los actos, no en los discursos. Ser una persona ética significa actuar con firmeza incluso cuando se está solo, cuando nadie observa o cuando el costo de hacerlo es alto. Elegir lo correcto puede significar perder una oportunidad, enfrentar críticas o asumir consecuencias negativas. Aun así, quienes eligen mantenerse fieles a sus valores muestran una fortaleza que no se compra ni se impone desde afuera.

Muchas veces, las acciones éticas no son reconocidas. De hecho, las decisiones más valientes suelen ocurrir en silencio. No buscan aplausos ni premios, simplemente reflejan un compromiso profundo con la justicia, la honestidad y el respeto. Ese tipo de acciones, aunque no llamen la atención, son las que dan sentido y coherencia a la vida.

También es cierto que no siempre existe una única respuesta correcta. Hay decisiones difíciles donde cualquier camino conlleva riesgos o sacrificios. En esos momentos, la ética no exige perfección, sino responsabilidad. Se trata de actuar con la mayor honestidad posible, reflexionando a fondo sobre las consecuencias de cada elección.

Por otro lado, vivir con ética también implica decir “no” a lo fácil. Es resistirse a la tentación de actuar solo por interés propio, de tomar atajos o de buscar ventajas inmediatas a costa de otros. Mantenerse firme en lo que uno cree, aun cuando parezca más difícil, es una forma de libertad. Una persona ética no actúa según la aprobación de los demás, sino según lo que su conciencia le dicta con claridad.

En conclusión, la ética no es un simple contenido académico ni un conjunto de reglas sólidas. Es una forma de vivir y de relacionarse con los demás. Se expresa tanto en grandes decisiones como en los pequeños gestos diarios. No se trata solo de saber qué está bien, sino de tener el valor de hacerlo, incluso cuando nadie más lo espera.

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